LATXA ESNEA

QUESO CON IDIAZABAL- Los orígenes y el carácter distintivo del queso Idiazabal están firmemente arraigados en la naturaleza y están intrínsecamente ligados al paisaje verde del País Vasco. En las verdes colinas y valles de esta región rica en agricultura, los pastores vascos crían y cuidan ovejas latxas (razas autóctonas con características peculiares) de la misma manera desde hace más de ocho mil años. Pequeñas y diminutas, excelentes transformadoras de la dehesa y finas reproductoras, las ovejas latxas producen pequeñas cantidades de leche de muy alta calidad, cuyo secreto es el queso Idiazabal, con su sabor distintivo. Es un antiguo método de cría, cuyo respeto por el medio ambiente ha contribuido mucho a preservar la gran belleza de este impresionante paisaje natural. Compactados en prensa, los quesos pesan entre 1 y 3 kilos. En el proceso de elaboración del queso se utilizó únicamente leche pura de latxa sin pasteurizar. El queso fue madurado durante un mínimo de dos meses. El queso ha superado pruebas físico-químicas, sanitarias y sensoriales. Cada queso está identificado con un número en su corteza que especifica tanto su origen como sus características de elaboración.